Ley de la Escalera:
En un mundo ideal, posicionarse primero en la mente del cliente es el objetivo. Pero no puede haber mil números uno. Entonces ¿Qué procede en este caso? Idear estrategias de acuerdo a tu posición con respecto al líder. Esto no te hará desmerecer, al contrario, si intentas imitar sus estrategias o auto nombrarte el dueño de esa posición cuando sabes que la percepción del público es otra, conseguirás un efecto nada deseado y que no es el que buscas. Para lograr que tu marca se coloque, es importante el realismo. No subestimar lo que ofertas pero tampoco y mucho menos, a tus competidores.
Es decir, si tu empresa se enfoca en aquello que hace diferente tu producto del de el líder, acepta su posición y explota las posibilidades que esta le da, porque no es un fracaso, sino la opción de explorar una nueva posibilidad dentro de la categoría, lo cual, puede remontar el éxito.
Cuantos peldaños haya depende mucho del área de acción. La telefonía celular tiene pocos por ejemplo, mientras que las marcas de leche son muchísimas. Todo depende de la frecuencia con que un consumidor requiere los productos. Luego, basado en eso, hay que checar que podemos hacer desde el puesto que tenemos. Desde beneficiarnos del líder y sus logros, hasta crear una nueva característica que vuelva única la posición que poseemos, o diseñar estrategias opuestas e innovadoras que permitan a la marca establecer una presencia aun si el primer escalón, o el segundo incluso, ya están ocupados.
Sea cual sea, recuerda, ya seas parte de una escalera grande o una pequeña, conoce tu peldaño primero, es la mejor forma de crear una insignia inconfundible, a pesar de que por el motivo que sea, no hayas sido el primero en llegar. De eso se trata la escalera, de colocar cada cosa en su lugar y a cada cual con su estrategia para el triunfo.
